Un domingo

Me da miedo defraudar;
hoy tal vez estoy cansada
y no sé si voy a hacer
un poema desde el alma,

o tan sólo algunas rimas
llenas de sueño agotado
en la madrugada clara
de un domingo desvelado.

Me da miedo defraudar,
y el poema va soñando
mientras no puedo pensar,

porque el sueño exagerado
hoy me impide a mí mirar
mientras escriben mis manos...

A. López